¿Cómo debe ser una rutina de limpieza en residencias geriátricas? El entorno de nuestros mayores debe ser cuidado de manera minuciosa, pues es nuestra responsabilidad llevar a cabo trabajos de higiene y desinfección eficazmente. Hay que mantener los espacios libres de virus y patógenos para garantizar el bienestar de todos los ancianos.
Cada tipo de instalación requiere planificar las tareas de limpieza de una determinada manera y un tratamiento diferenciado.
La limpieza en residencias geriátricas: consejos
Las residencias geriátricas son espacios en los que se vive en comunidad, con asistencia médica, visitas de familiares y actividades diversas. Cada uno de los trabajadores debe esforzarse para que todo funcione a la perfección, incluyendo los profesionales de limpieza.
Estas personas mayores son, además, de alto riesgo a la hora de contraer enfermedades. Por tanto, hay que limpiar a diario suelos, superficies, mobiliario y objetos que hayan estado en contacto con los mayores para, después, desinfectar.
Las zonas del comedor, las cocinas, los baños o salas de curas y consultas médicas pueden ser foco de infección, por lo que hay que cuidar la higiene al máximo. Esto es aplicable a cualquier lugar, pero en este caso las instalaciones pueden tener aún más riesgo de infección o suciedad debido a la frecuencia de secreciones incontrolables, incontinencias, vómitos, descuidos, etc.
Así que, en realidad, todo es susceptible de limpieza en una residencia de ancianos: el mobiliario de las zonas comunes, la limpieza exhaustiva de habitaciones, salas de visita, despachos, etc.
En una residencia geriátrica podemos encontrar las siguientes salas o habitaciones:
- Habitaciones individuales
- Despachos
- Salas de actividades
- Zonas de recreo
- Cocina y comedor
- Aseos comunes y/compartidos
- Jardines
- Lavandería
- Consulta médica o enfermería
¿Qué otros aspectos hay que tener en cuenta para la limpieza de residencias de ancianos?
En primer lugar, se debe dosificar la limpieza por zonas, ya que habrá que tener cuidado con: exceso de corrientes de aire por la ventilación, posibles tropiezos, ingesta de productos, etc.
En segundo lugar, es aconsejable emplear productos de limpieza y desinfección de calidad para cada tipo de superficie.
Así mismo, para que no haya ninguna tarea que se pase por alto lo mejor es realizar una planificación de limpieza y desinfección diaria, semanal o quincenal. Así podremos organizar todas las tareas.
Por tanto, para mantener un control de todas las tareas de limpieza en las residencias de mayores, lo mejor es hacerlo de manera periódica. Por ejemplo, es el caso de estas siguientes tareas:
- Limpieza de filtros y conductos de los sistemas de refrigeración y calefacción
- Limpieza de cristales
- Limpieza y desinfección profesional de colchones y tapicerías.
Por último, es conveniente controlar la reposición de ciertos materiales: desinfectantes, guantes y materiales de limpieza desechables, papel higiénico, jabón de manos, gel hidroalcohólico, etc.).